Principio de verano    

 

¿Lo pensaste o lo soñaste por la noche?

Durante el día repartiste bien tus atributos

fueron luces de colores tus besos, tus abrazos

y tu voz del infierno trueno, desencanto,

negligencia, con látigo de seda castigando

en la emoción de los momentos

 

Día para odiar y para amar

lo avisaste bien en tu mirada

lo que empieza con el beso

terminará en la nada.

 

Tierna salvaje y sin piedad

una combinación sobrenatural

que despierta con los celos furia.

Vestida por realidad en desagrado

y con terror del abandono

cobraste facturas olvidadas del futuro,

borraste en un momento lo pasado.

 

Usando las yemas suaves

en el erótico masaje;

o el castigazo brutal, salvaje

de la duda, del enojo,

y el encanto de tus ojos.

 

Inteligente manera de manejar

tus atributos primero manjar,

de música escogida para el momento,

luego el abandono,

apuesta sin ganar,

la muerte en el final

sin lágrimas entre baladas.

 

¡Lo sabías! No hay días con luna,

sólo sol quemante, ardiendo,

muero con los labios asfixiados

la presión sobre mis manos

y sólo una vez sobre la piel

como eterna despedida, castigo;

pronunciando un te amo sin nombre

después del baile,

el éxtasis, el suspiro.

Y al final la nada el vacío.

No cabe duda fuiste maestra de maestros

discípulo de magia graduada en la diablura.

¡Sí! Fue día de independencia,

sólo para ti, de libertad:

por lo que a mi toca, muchas gracias

por nuestro amor, por nuestros besos,

vivas por las luces y los truenos.

Este día lo escogiste

y me mataste ese instante

como lo soñaste esa noche.